Quiero hacer una oda a los bocadillos y ponerlos en el lugar en el que se merecen, porque comerse un bocadillo puede ser el manjar más exquisito. He dicho. Porque se pueden hacer infinidad de combinaciones, porque ya dije aquí que iba a dar rienda suelta a mis pasiones y porque, a quién no le gusta un bocadillo que me entere yo.
Bocadillos hay como los colores, para todos los paladares y para todas las primeras impresiones. Para ir a la playa, para disfrutar en el recreo, para comer con los pies colgando de un mirador, para cenar en una tienda de campaña, para meter en la bolsa del trabajo a tu amor, el de media mañana, el de media tarde. Dulce, salado, agridulce, de jamón serrano y queso o de carrillera con queso de tetilla. Elaborados o sencillos. Con pan de cereales, de pipas, del de toda la vida, de semillas de amapola o de lo que te venga en gana. Porque los bocadillos al igual que los sándwiches y entrepanes en general se merecen un sitio en lo alto de la cocina. Porque tienen arte, no me digáis.
Hace cosa de un año o dos descubrí un restaurante en Madrid con mucho estilo, creado y regentado por un publicista que eleva los sándwiches a la categoría de autor; Crumb. Pasaos por su web que la están poniendo bonita y por su facebook y echad un vistazo a las fotos de sus entrepanes, los vais a querer mucho. El pan -de masa madre- lo hacen ellos en el mismo restaurante, después de pruebas y pruebas y más pruebas para conseguir un resultado excelente. Pero es que además, los rellenos los hace un premiado chef israelí amante de los sabores del mundo. Y ya ni os cuento la decoración y el menaje que tienen, lo necesito todo para mi casa.
Receta bocadillo de salmón y arándanos:
Pan de semillas tostado, crema de aguacate, cebolla cortada muy fina, láminas de queso brie, salmón ahumado, arándanos, eneldo y brotes de rábano. La combinación es deliciosa y los brotes de rábano al final le dan un punto picante y fresco que lo hace diferente. Además la apariencia cromática es muy bonita.
Cada día me preparo un bocadillo, para desayuna o para merendar pero casi cada día cae uno. Es de las cosas sencillas, buenas y versátiles que hay. Me encanta probar sabores nuevos e innovar con lo que tengo en la nevera. El último esta mañana, de hummus, tomate corazón de buey, queso de cabra, canónigos y pimentón de la Vera. Me lo he comido con tantas ganas que no me ha dado tiempo a hacerle foto, pero lo repetiré porque me ha encantado. Si pasáis por mi instagram veréis que no miento y que reivindico los bocadillos, las tostadas con cosas y las mezclas de sabores. Sobre todo eso, darle color a los platos y a los paladares con recetas la mar de sencillas.
¿Qué me decís de los bocadillos de pan de toda la vida con una tableta de chocolate? Otro nivel.
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