El otro día paseando por Flipboard me topé con los cinco muebles para la cocina que han diseñado los chicos de Mut. Piezas creadas bajo el lema ‘cocinar no es una obligación, es un placer’, cómo no me iban a enamorar con semejante declaración de intenciones. Pensé que tenía que traerlos a gastrodecoración para compartir este descubrimiento made in Valencia con vosotros. Ojalá os pudiera traer los muebles in person, pero por ahora tendremos que conformarnos con ver las fotos y las cantidad de posibilidades que dan al espacio con más sabor de la casa.
Los chicos de Mut Design han bautizado esta línea como Float, pensada para emocionar, para hacernos sentir libres, conectar y además, satisfacer a las que nos gusta cambiar los muebles de sitio. Una isla de trabajo, un aparador, un separador de ambientes, una vitrina y recuperan la olvidada camarera. Cada mueble es móvil por lo que la cocina pierde la rigidez habitual permitiéndonos orientarlos hacia donde nos venga en gana según la situación, solucionando el tema de mirar a la pared mientras cocinamos o de perdernos el cachondeito del salón mientras preparamos la cena para los amigos.
Me parece una línea muy innovadora, está claro que son piezas atrevidas y que no funcionan visualmente en todas la casas pero consiguen reunir a la perfección diseño y funcionalidad. Mi casa, por ejemplo, es estilo loft (aunque con habitación y baño independientes). Algún día os enseñaré cómo está integrada la cocina dentro del salón, separando perfectamente los ambientes sin necesidad de tabiques y utilizando de transición entre los dos espacios una barra de bambú con dos taburetes altos, zona que utilizamos a veces para picar algo, desayunar o tomar el aperitivo.
Me imagino estos muebles del estudio Mut en un espacio diáfano de este estilo, permitiendo jugar totalmente con las combinaciones sin necesidad de colocar los muebles de manera estática, sino haciendo composiciones con los diferentes elementos dependiendo de la ocasión.
De los cinco diseños reconozco que el me tiene más enamorada es la isleta y el separador, aunque también es verdad que en un entorno como el de estas fotos hasta una cubo de los amarillos de reciclaje de botellas luce como una pieza de museo. Qué maravilla de paredes de ladrillo visto y esos ventanales, pero bueno eso es otro cantar que me emociono y me voy por las ramas. Por cierto, quiero una esparraguera como la que hay encima del separador, queda tan bonita.
Espero que os haya gustado el post de hoy. Normalmente los viernes desde hace unos cuantos vengo con el café del viernes, pero es que tengo tantas cosas que enseñaros que cada viernes me parece excesivo teniendo en cuenta que mis días de publicación son lunes, miércoles y viernes. Por eso, a partir de ahora, el café del viernes será una vez al mes, ¿os parece?. Bueno, nos vemos el lunes espero que con el nuevo vídeo en el que veréis todos los detalles de lo que pasó en el primer Mésame and Shake.
Fotografía vía Mut Design
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