Llevo unos días de descontrol blogueril. Me había marcado un calendario con las fechas de publicación, posibles temas de los post, colaboraciones, frases y tachones en google calendar e incluso tenía subrayados en fosforito, por orden de preferencia, cosas por hacer para ser la bloguera perfecta. Pero el destino me ha pillado y me ha dicho que yo no soy nada de eso. Me ha mandado todas las cuentas de la abuela a freír espárragos, me ha ordenado cerrar una tras otra las infinitas pestañas del navegador, me ha dicho que me deje de tanto Pinterest, que la inspiración te encuentra trabajando, que respirar está sobrevalorado, que las siestas para Rita y que me ponga a diseñar mesas, eventos, platocoles y banderines, que allí fuera nos reclaman para que pintemos sonrisas, contemos historias en vídeo, dibujemos con fideos ideas locas y coloquemos servilletas bonitas para hacer fotos a lo drone style.
Así tal cual me lo ha dicho el destino y como para no hacerle caso con lo bien que se está portando conmigo. Y bueno, que os echaba de menos y me apetecía pasar por aquí, aunque sea un rato, para contaros que llevamos unos cuantos días con el equipo de Ikea diseñando los últimos detalles del evento de mañana sábado, si no os habéis apuntado todavía estáis a tiempo aquí, es gratuito y os espero con los brazos abiertos. Se va a liar una buena y estoy que me tiemblan las servilletas de ganas de veros.
Que, por cierto, cuando no estoy aquí estoy en facebook, o en twitter, o en instagram, en las redes publico en un pis pas aunque en una mano tenga el teléfono y en la otra un puñado de confeti.
¡Os echaba de menos! Mil besos, vamos a comernos el mundo juntos que yo pongo la mesa.
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