El vermú debería ser medicinal como la coca cola en sus tiempos. Desconozco si ha hecho sus pinitos en este área, pero lo que os aseguro es que cura, locura, todo. Un vermú me afloja las piernas y la risa, me pone alegre y me lleva a Madrid. Un vermú (casi) siempre me transporta a la parte de arriba de la calle Huertas o a la Bodega Ardosa. Un vermú y unas croquetas de cabrales, un pincho de tortilla y una buena ración de risas. Hoy, para que nos vayamos aclimatando a esta nueva etapa madrileña, os traigo el ‘Kit de supervivencia para la hora del vermú‘.
En mi cumpleaños de hace dos años, unas compañeras de la tele me regalaron una caja en la que ponía ‘Kit se supervivencia para la hora del vermú’ y en el interior había todo tipo de herramientas de Espinaler que me harían, durante las próximas semanas, la hora del aperitivo muchísimo más alegre. Ellas son las culpables, entre otras relaciones vermutiles que había tenido con anterioridad, de mi pasión y mi amor por la hora del vermú. Y creo firmemente que así como no falla el botiquín en el segundo cajón del baño, no puede faltar en buen kit de supervivencia para la hora del vermú en el armario de la cocina porque es como ponerle una tirita a las penas.
El Kit que os traigo en el post de hoy os lo podéis montar eligiendo de entre todo los productos que ofrece Real Fábrica, incluido el minicapazo. ¡Soy tan fan de todo lo que tienen!
Todo kit que se tercie debe tener: una botella de vermú, unas patatas fritas o, en la versión eatclean, unos snacks de manzana (como los de mi fotografía), un poco de queso de ese que estremece los carrillos, unas aceitunas, unas anchoas, berberechos, almejas o lo que surja y, en mi versión mallorquina una oda a la isla bonita con un trozo de sobrasada y unas quelitas.
Gloria bendita. La hora del vermú es gloria bendita. En verano en el chiringuito, en invierno al lado de la chimenea, en casa, en la bodega, en el campo o en casa de la abuela. El vermú sobrevive y late con fuerza años tras año y vida tras vida en cualquier parte.
Todos los vermús que recuerdo me los he tomado siempre sonriendo, ¿y vosotros?.
Pd. Podéis seguir toda mi odisea mudancil en mis redes sociales (facebook, twitter e instagram). Además (en ellas y aquí) muy pronto os daré detalles de cómo va a ser y cómo os podéis apuntar al picnic que organizamos en El Retiro, la idea es juntarnos unas cuantas zumbadas para hablar de nuestros proyectos e ideas, mientras nos chupamos los dedos.
Fotografías: Marta Simonet
Deja una respuesta