Hace algo más de una semana que llegué a Madrid y ya me he vuelto a enamorar. Voy caminando a todos lados, tengo un montón de proyectos que están saltando como las palomitas y me estoy reencontrando con personas que me alimentan las ganas. Incluso hay una calle en Madrid que me pone ojitos y aunque, por ahora, no nos hayamos ido a dormir juntos, ya me ha llevado a brunchear.
Un pulmón luminoso, elegante, blanco, íntimo, casi mediterráneo; el callejón de Puigcerdà. Aquí tuve la oportunidad de disfrutar, el pasado fin de semana, de la presentación del Anna Brunch Weekend en Madrid.
Descorchó la botella Jordi Cruz y a partir de ese momento, un baile de platos y sabores me hicieron sentir en una isla griega. No miento. Igual el brindar por ti, por mi, y por nosotros mientras escuchaba el crujir del pan de cristal con tomate tuvo algo que ver en el viaje gastronómico que emprendíamos hacia el más absoluto placer durante un par de horas. Los más de diez bocados diferentes hicieron el resto.
A partir de ahora, la terraza del primer piso de la Taberna Los Gallos y los establecimientos vecinos son uno de mis ‘mares’ en Madrid.
Si os apetece sumergir vuestro estrés semanal en un largo y delicioso brunch, os lo recomiendo. Desde el próximo fin de semana (19 y 20 de septiembre) podréis disfrutar en todos estos establecimientos de uno de los planes más apetecibles del otoño. No creo que esté Jordi, pero la que no se lo va a perder seguro es Anna que es única (guiño, guiño).
¿A quién no le gusta celebrar porque sí?
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