Desde que estoy en Madrid no tengo horno en casa. El piso es una maravilla, voy caminando a todos lados, tengo árboles que me tapan el ladrillazo, los suelos de tarima blanca, las puertas blancas, los muebles blancos y he puesto plantas a tutiplén en mi proceso de convertir mi acogedor y minimal tercero sin ascensor (y sin horno) en una selva amazónica.
Durante las primeras semanas en este piso estuve planteándome la posibilidad de comprar un horno, pero mientras tenía mis dudas iba pasando el tiempo y yo seguía cocinando como siempre. Cuando me apetecía algo que iba horneado buscaba la posibilidad de utilizar otro sistema de cocción. Y ahora resulta que me he vuelto una experta en cocinar pizza en la sartén. Es tan sencillo y sale tan crujiente y tan deliciosa que me ha parecido de buena personita compartirla contigo.
Los ingredientes: Prepara los ingredientes que vas a poner sobre la masa. Si hay alguno que necesite más tiempo de cocción (carne, pescado..) sofríelo y resérvalo. Yo lo he hecho con el salmón para que, una vez sobre la masa, no soltara jugo y la reblandeciera. El resto de los ingredientes: tomate cherry, cebolla morada, brócoli y dátiles simplemente los he cortado y los he reservado.
La salsa: Depende de los ingredientes que hayas decidido ponerle a tu pizza, le irá mejor una salsa u otra. Barbacoa, tomate, carbonara… Yo para esta he preparado una salsa de eneldo que no me ha llevado más de un minuto al microondas. Vierte en un cuenco medio brik de nata para cocinar, un puñado de eneldo y un chorrito de soja. Mézclalo y caliéntalo en el microondas durante un minuto.
La masa: He hecho pizza con masa casera alguna vez, pero este no ha sido el caso. He utilizado una masa fresca y cruda que compré en Supercor. En cualquiera de los dos casos (hagas la masa o la compres cruda) se cocina de la misma manera. Calienta una sartén (temperatura máxima) del tamaño de la base de tu pizza, con la tapa puesta durante cinco minutos. Levanta la tapa y coloca sobre la sartén la base de tu pizza, vuelve a ponerle la tapa, baja la temperatura a la mitad y deja que se cocine durante cinco minutos. Es el momento de levantar la tapa, comprobar que está dorada, darle la vuelta y dejarla tapada durante cinco minutos.
Ahora levanta la tapa, vuelve a darle la vuelta a la masa, vierte la salsa y coloca todos los ingredientes que has reservado encima. Vuelve a tapar la sartén y deja que se caliente todo junto, se funda el queso (si le has echado) y se mezclen los aromas y sabores durante 3 o 4 minutos.
En 18 minutos tienes una pizza hecha en la sartén lista para acompañarte en tu sesión de peli y manta, cena con amigos u homenaje individual.
¿Qué te ha parecido? Si no te ha quedado claro algo, no dudes en preguntármelo en los comentarios. Y cuando pruebes a hacerla, ¡me encantará saberlo!
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