Son las vermú en punto

Me miré la muñeca y no llevaba reloj, pero si de algo estoy segura es de que eran exactamente las vermú en punto.

Da igual a dónde apunten las manecillas del Daniel Wellington, no importa si es lunes. Qué más da si después de arrancar con los dientes la aceituna del palillo tengo que volver a trabajar. Qué pasa si lo único a lo que me ha dado tiempo la mañana del jueves ha sido a comerme el último cacahuete del plato mientras le guiñaba el ojo a mi amiga del alma y otra vez a correr. O qué importa si es domingo por la tarde, está lloviendo y no tengo una axila que me haga de cabaña.

Da igual el inventario al que está sometido el mundo, la situación sentimental que tengas en facebook o el momento del día en el que te encuentres, en cualquiera de los casos la hora del vermú siempre marca el pulso y te pone en la cabeza el latido del reloj de un sábado a mediodía. Sonríe porque son preci(o)samente las vermú en punto y tengo algo para ti.

la hora del vermú

El otro día era viernes, las 12h de la mañana, no había comido pero había desayunado fuerte. Estaba en la home office dándole a la tecla como aquella rana del gif y tenía el culo medio levantado de la silla con un pie que esperaba por el otro para salir corriendo a una reunión en la que llegaron motivos para celebrar. Yo lo sabía y aún sin haber llegado allí, me tomé un vermú preparado. Me vine arriba sin remedio y me dio por celebrar de un sorbo todo los buenos momentos que me estoy bebiendo.

Compartí la foto en instagram, con la mano agarrando el cristal mientras la ramita de canela se asomaba a la cumbre de la copa y me contabais en el directo de esa red social que os gustaba mi idea de sumarle cosas al vermú St Petroni, por eso me ha parecido buena excusa sentarme hoy en esta mesa justo a las vermú en punto para traeros una copa de ‘vermú preparado’. Me he inventado el nombre de este cóctel que seguro os recordará al de la leche pero es que el momento del aperitivo siempre me ha parecido la idem.

Receta vermú preparado:

  1. Corta dos o tres tiras de la piel de un limón y ponlas en una copa
  2. Añade el vermú St Petroni
  3. Exprime una naranja y chúpate los dedos
  4. Ponle una ramita de canela
  5. Añade dos cubitos de hielo

Prepáratelo ahora, yo estoy en ello y vamos a brindar porque tú todavía no lo sabes pero a más tardar el 11 de junio nos vamos a ver, ¡chin-chin!





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