Amanecí más temprano que el mundo, más temprano que el sol, mucho antes que los nervios y las ganas que llegaron sacudiéndose el sueño. Dos horas después, desde Montjuic (Barcelona), empezaba de verdad mi aventura con Mía by Freixenet. Esto va a ser una historia de cuando ruedas un spot con Mía by Freixenet y no te lo crees. Va de perseguir sueños, cruzar metas y vivir apasionadamente.
Cuando hace algo más de un año empecé con Mésame Mucho no me podía imaginar lo que mi pasión por generar contenidos foodies me iba a traer. No podía ni sospechar que cinco meses más tarde recibiría un email para esto, pero tampoco podía imaginar que, un año después, una marca como Freixenet me pediría ser, en cierta manera, parte de su historia. Redoble de botellas porque durante los meses de invierno seré embajadora de este vino tan femenino y seductor. Desde que lo supe quería contaros como fue todo y por fin ha llegado el momento.
Teníamos tanto sueño como ilusión. La maquilladora me quitó las legañas y me subió el rubor mientras esperábamos a que amaneciera. Recuerdo que dije que iba a intentar ver amanecer desde un sitio bonito una vez al mes y la verdad es que no lo he conseguido. Digamos que siento también verdadera pasión por dormir. El caso es que madrugar tanto aquel día mereció la pena, Barcelona se veía preciosa desde Montjuic, el cielo rosáceo, el mar sosegado y yo rodando un spot en el que la única ‘exigencia’ es que fuera yo misma.
Mientras miraba lo que me rodeaba desde el cristal de la copa de vino me daba la sensación de que todavía no me había despertado aquella noche, como si la realidad superase cualquier sueño. Supongo que esa tortilla de sensaciones paseándose por mi estómago se refleja en el spot. Por ahora, el vídeo que os dejo a continuación es todo lo que he visto.
Todo lo que pasó después os lo iré contando estos meses, porque esto sólo acaba de empezar. Me encantaría que me contarais cuál es vuestra pasión y así también os conozco un poco más. ¿Qué es lo que hace que no pienses en el reloj?
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