No es la primera vez que lo hago. Llevo un tiempo plantándome ante el reloj y pidiéndole a las horas que se convirtieran en minutos, las cadenas de email en chicles boomer y a las puestas de sol que sean interminables para poder ver el cielo teñido de color melocotón durante al menos tres horas frente al mar mientras hago estiramientos y respiro, sonrío y pienso en todo y en nada.
Esto ya no es una declaración de intenciones. No es un post más de vida slow, de locura isleña, de poner el pause, de sintonizar los latidos a ritmo de jazz. No es una historia más de filosofía hygge. No. Soy yo abierta en canal, sin subtítulos y sin filtros. Yo misma, como siempre y como nunca contando a éste, mi pequeño mundo, a vosotros, que he decidido volver a bajarme de la ciudad al menos 15 días al mes. Dejar de coger el metro para subirme a las olas, olvidarme del tráfico para escuchar el canturreo de las tórtolas, cerrar la puerta de Alcalá para abrir el Paseo Mallorca.
A todos los proyectos fascinantes sobre los que cabalgo se ha sumado un reto televisivo, así que ando entre rodajes, tecleos, shootings y sonrisas. Todo esto me da mucha más hambre de seguir y por eso he preparado una sorpresa que espero os fascine.
La isla me inspira, me acoge, me quiere, me sube, me baja, me entiende, me incita y me pierde. La isla siempre está aquí para sorberme la ansiedad y escupirme la calma, para mimarme como una madre y para hacerme pensar por qué sigo decidiendo vivir rápido a partir del 20 de cada mes. He encontrado la balanza, mitad Madrid, mitad Mallorca. No me pesa tanto y me alimenta más.
Y con esto he (re)descubierto algunas rutinas que me hacen vivir mejor, como salir a pasear en bici, hacer relajación bajo los pinos, caminar descalza sobre el parquet, meditar y preparme batidos e infusiones, muchas, muchas.
Por eso hoy quiero contarte cuales son las infusiones que mejor me van para relajarme y disfrutar de la tranquilidad. Bonomelli, es una de mis marcas preferidas (podéis encontrarla en El Corte Inglés y ahora que tienen la feria Europea hasta el 25 de marzo hay un montón de sabores irresistibles). Os voy a contar algunas ideas para que preparéis con estas infusiones como base que me encantan.
4 infusiones para vivir mejor:
Infusión relajante con lavanda.La infusión relajante de Bonomelli lleva manzanilla, melisa, espino blanco y pasionaria. Sólo con esos ingredientes está deliciosa y sienta fenomenal, pero a mí me gusta darle un punto floral intenso con lavanda seca.
Manzanilla con cayena. El picante activa la circulación y aunque la manzanilla es relajante y muy buena para la digestión, si no padeces ninguna molestia y te la tomas simplemente por placer dale un toque de cayena y verá qué power.
Tisana depurativa con menta. Soy fan de la menta, partamos de esa base. Para mí, cualquier infusión con una hoja de menta catapulta la intensidad en el paladar. Me fascina.
Manzanilla con hojas de fresa. Ésta casi podría ser una infusión de aprovechamiento. ¿Qué sueles hacer con las hojas de las fresas? En cuanto pruebes esta manzanilla de Bonomello y le añadas unas hojas de fresas nunca más volverán a ir esas maravillas verdes a la basura. Ya me contarás.
Espero que hayas disfrutado leyéndome, yo me he chupado los dedos tecleando esta historia. No hay nada como darse la vuelta como el bolsillo de un pantalón para poner el punto a este texto sintiéndome mucho más ligera. Voy a calentar el agua y a vivir.
¿Y tú qué plan tienes para vivir mejor?
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